OPINIÓN: La generación de cristal

OPINIÓN: La generación de cristal

A pocos meses de las elecciones presidenciales de noviembre, se repite el discurso de todos los años: el supuesto desinterés de la juventud por la política. Sin embargo, esta afirmación desconoce una realidad evidente. Lejos de estar ausentes, están más presentes que nunca en las discusiones sobre el país.

Puede que no lo hagan desde los sitios tradicionales, como partidos o actos públicos, pero sí lo hacen en redes sociales, en conversaciones cotidianas, en salas de clases o en marchas que todavía siguen llenando las calles. Les interesa, se involucran, debaten, y sobre todo, cuestionan.

Decir que no les importa es ignorar los múltiples espacios en los que se informan, contrastan ideas y forman opiniones propias. A diferencia de grupos anteriores, los jóvenes actuales no les temen a las diferencias políticas. Pueden ser de izquierda, derecha o ideologías más mixtas, pero lo central es que hay una voluntad de participar y de hacerse escuchar.

Nos llaman la “generación de cristal” como una forma de invalidar la inconformidad. Cuando en realidad, es una muestra de conciencia, de no tolerar lo injusto ni aceptar lo heredado sin cuestionarlo. Es una forma distinta y profundamente crítica de mirar el mundo y exigir cambios reales.

No es raro ver a jóvenes enfrentarse con claridad a figuras públicas, defender sus posturas con argumentos sólidos o exigir transparencia a quienes aspiran a cargos de poder. Además, es importante considerar que los jóvenes de hoy serán los adultos que mañana sostendrán las decisiones del país. Las personas mayores, por cuestiones naturales, irán desapareciendo del padrón electoral, y quienes quedarán serán justamente los nuevos.

Su voz ya no puede seguir siendo vista como secundaria. Este grupo tiene opiniones, proyectos, sueños y un profundo sentido de responsabilidad con el futuro. La política ya no se hace como antes. No se limita al Congreso o a los matinales. Está en TikTok, en los podcasts, en los memes, en los comentarios de Instagram. Ahí están los jóvenes, participando de forma activa, creativa y con mirada crítica.

Es por esto, que, en estas próximas elecciones, sería un error subestimarlos. Están más despiertos de lo que muchos adultos creen, y su presencia es necesaria e imprescindible a la hora de votar.

Por Catalina Varela González, Estudiante de Periodismo PUCV